INSTITUTO DE INDOLOGÍA

CASAS ANTIGUAS DE GOA

Ashoke Nath


Goa es uno de los destinos turísticos más populares de la India, conocido por su sol y su arena, así como también por sus iglesias y templos antiguos. Sin embargo, hay pocos turistas que conozcan un aspecto único de Goa: sus antiguas casas tradicionales, algunas de las cuales tienen más de 250 años y todavía se conservan bien.

El estilo arquitectónico básico de estas casas evolucionó durante varios cientos de años, fundamentalmente siguiendo los dictados del clima húmedo y caluroso de la zona. Las casas revelan unos elementos prácticos impresionantes por parte de los constructores, a través de los tiempos, que se manifiestan en características tales como la ventilación cruzada a nivel del cuerpo humano, techos altos, tejas de ventilación en los tejados, un patio interior para dar luz y corriente a todas las habitaciones y, por supuesto, las verandahs y el balcao o porche frontal para sentarse en el exterior (desarrollo posterior).

Las costumbres y el estilo de vida portugués tuvieron una influencia profunda en los estilos de los edificios locales, siendo la característica más llamativa de la arquitectura de Goa, la evolución armónica a través de los años. Como dice Lucio Miranda, un arquitecto bien conocido de Goa: «Podemos ver cómo, durante todo el período, las características decorativas barrocas y rococó se simplificaron y modificaron sin perder originalidad, a medida que los arquitectos se hacen más regionales, permaneciendo en el anonimato. En medio de una variedad tremenda de diseños, las casas parecían conservar un sentido de unidad, incluso las de los ricos y las de la clase media, demostrando así que las formas que evolucionan debido a su funcionalidad permanecen atemporales y nunca se quedan anticuadas o pasadas de moda.»

La casa típica de Goa, bien sea una estructura sencilla y básica para proporcionar refugio o la mansión grande y decorada, era el punto vital sobre el que se centraban los lazos familiares. Les proporcionaba a los ocupantes el sentimiento de seguridad, fortaleza y permanencia. Cuando el comercio marítimo floreció y el dinero afluyó, las casas se hicieron más grandes y se decoraron más. Muebles tallados delicadamente y porcelanas importadas de Europa y de otras colonias portuguesas adornaron los salones y los cuartos de estar.

No hay diferencia entre una casa hindú y una cristiana con relación al estilo básico. La casa hindú tendría una planta tulsi en el patio; la casa cristiana, una cruz. Las familias aristocráticas tenían, por supuesto, templos o capillas privadas en sus casas. Los dos tipos de casas tenían ventanas bellamente decoradas, con cristales en las ventanas de conchas aplanadas de madreperla que no eran ni opacos ni transparentes pero dejaban pasar la cantidad de luz suficiente. Los balcones del piso de arriba tenían complejos enrejados de hierro forjado. La decoración del interior dependía del estatus de la familia. Azulejos, frescos y otras pinturas adornaban las casas de los ricachones. De todas formas, estas casas daban un sentimiento estético muy agradable a todo el que entrara en ellas.

Otro importante arquitecto de Goa, Gerard da Cunha hace una observación muy gráfica: «Por eso, me pregunto a menudo ¿Qué hace que estas casas, bien hindúes o católicas, sean tan especiales? ¿Su perfecto emplazamiento en el paisaje? ¿Su perfecta personificación de la perfecta amalgama de las dos culturas (india y europea)? Dejando la historia a un lado, parece que algún diseñador con sensibilidad ha colocado cuidadosamente el verde pueblo, el mercado, la iglesia y el templo en lugares fácilmente accesibles y visibles. Como si el mismo diseñador hubiera desempeñado el doble papel de sutradhar o telonero de la coreografía de fiestas, funerales, procesiones y desfiles y, después, como en una ocurrencia tardía, hubiera colocado las casas en su propia vecindad contextual.»

De los cientos de casas antiguas que todavía existen en Goa, por lo menos 150 se encuentran en buen estado. Probablemente sea porque estas casas están todavía ocupadas por familias que han estado viviendo allí varias generaciones y han establecido una relación emocional fuerte con las casas en las que viven. Algunas de las que más sobresalen son la de los Godinhos, la Casa de Jack en Majorda, la Casa de Naik en Margao, la Casa de Figueredo en Loutolim, la Casa de Rane en Sanquelim, la Casa de Lovola Furtado en Chinchinim y la Casa de Silva en Margao. Cada casa tiene un estilo propio característico.

Como es caro mantener casas antiguas, muchas familias emprendedoras las han convertido en casas de huéspedes, restaurantes y tiendas. Una de ellas es la Panjim Inn ubicada en Fontainhas, Panjim. Ha sido nombrada Hotel del Patrimonio por el Departamento de Turismo del Gobierno de la India. Grand Pa’s Inn y Estoria están situadas en el cinturón Anjuna-Vagator. Otra casa preciosa que ha sido renovada y convertida en una lujosa tienda es Sangolda-Saligao. Wendell Rodricks, diseñador de moda de fama internacional, que es natural de Goa, ha convertido otra casa antigua en un exclusivo restaurante donde sólo se sirve cocina francesa.

Muchas otras casas antiguas han sido restauradas, renovadas y utilizadas, igualmente, para diferentes fines. El Gobierno del Estado ha propuesto situar a estas casas en un circuito turístico separado y está seguro de que atraerá a  turistas extranjeros a los que les gustaría viajar por la vereda de la memoria y volver a vivir al estilo vibrante de antaño.

Se tiene que estar de acuerdo con Lucio Miranda cuando dice: «La casa de Goa es una afirmación arquitectónica fuerte en el contexto de su medioambiente y, por ello, no se puede ignorar ni por su belleza ni por su vigencia funcional.»

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