INSTITUTO DE INDOLOGÍA

DIU, UNA PERLA EN EL MAR DE ARABIA

Queeny Singh


Diu, antiguo asentamiento portugués cerca de Junagadh en la península de Saurashtra, es una localidad turística exótica. En realidad Diu es una pequeña isla de 11 kilómetros de longitud y 3 de anchura ubicada frente al Golfo de Cambia, cerca al puerto de Verval; la isla está vinculada a tierra firme por un riachuelo. Al norte de Diu está el río Chasi y por los otros tres lados la rodea el Mar de Arabia. Dos puentes la conectan con el continente, uno cercano a la aldea Tad y el otro cerca de la aldea Ghogla.

El clima en Diu es placentero todo el año, con temperaturas que fluctúan entre los 20 y 30 grados centígrados. La creencia general es que el primer regente de Diu fue un rajput llamado Jallandhar. Sin embargo, en el 1380, Diu sucumbió a los invasores musulmanes. Bahadur Shah, Sultán de Gujarat, construyó el fuerte que ahora es su rasgo predominante y fuente de gran atractivo para los turistas. La ubicación y construcción del fuerte muestra que los regentes indios eran unos grandes estrategas. El fuerte es una roca sólida al cual no se penetra fácilmente; está rodeado en tres lados por el mar y, por el cuarto, con un foso.

En el siglo XVI, las naciones marineras europeas se dirigían a Oriente en busca de comercio. De aquí que los portugueses vinieran a Diu en 1510. Su cesión a los portugueses se confirmó sólo en 1543. Temiendo ataques de sus rivales comerciales, los británicos y franceses, el gobernador portugués Don Joao de Castro reconstruyó el fuerte después de la toma de 1545. Se le llamó Praça de Diu. Los cañones portugueses de bronce y hierro, con sus emblemas, están aún en sus posiciones en las rampas del fuerte, como si estuvieran listos a disparar de repente. Caminar por las rampas del fuerte con cañones listos para la batalla produce frío en la espalda y evoca una visión de las batallas marinas de tiempos idos. Grandes cantidades de balas de cañón todavía yacen sin utilizar en las esquinas del fuerte. Dentro de los muros del fuerte también hay dos faros, uno de los cuales aún funciona. El reflejo del sol y de los muros del fuerte en el mar es sencillamente magnífico.

Los portugueses construyeron también una capilla dedicada a Santiago en un muro del fuerte. Otra capilla del fuerte ahora es un museo. Alberga una colección de inscripciones labradas en piedra, algunas en árabe de la era pre-portuguesa.

No satisfechos con la fortaleza e inaccesibilidad del fuerte, los regentes construyeron su puesto externo, una estructura rocosa parecida a un faro en medio del mar, para enfrentarse al desafío de sus adversarios. Los locales llamaron a este puesto Panikotha. Desde el fuerte se llega a Panikotha en lancha de motor. Vale la pena visitar este afamado sitio antes del anochecer. La vista del fuerte de Diu desde Panikotha es fantástica. A medida que el sol desciende, Panikotha se inunda de luz y la escena es indescriptible.

Aunque la influencia de la cultura portuguesa es visible en muchos aspectos de la vida en Diu, también se encuentran trazos de la influencia rajasthani y musulmana. Recuerdos de la cultura pre-portuguesa son el templo Jallandhar Nath, el más antiguo, en memoria del rajput que fue primer regente de Diu; el templo Gangeshwar dedicado al Señor Shiva, donde las olas del mar bañan el lingam, está ubicado a un extremo de la aldea Nagoa; también son de destacar las Nagar Seth Havelis (casas de los mercaderes ricos en la ciudadela) en el típico estilo Gujarati y la Jami Masjid.

Las calles de Diu portan el aspecto de una ciudad europea. La arquitectura de las casas es distinta de las de Gujarat. En realidad es una mezcla de arquitecturas portuguesa y gujarati; con balcones de madera proyectándose sobre calles estrechas visibles en muchos lugares. Las edificaciones que enorgullecen a Diu son las iglesias de San Pablo y Santo Tomás y la torre de la iglesia de San Francisco de Asís. La iglesia de San Pablo se construyó en estilo gótico en 1610 y está consagrada a Nuestra Señora de la Inmaculada Concepción. La iglesia de Santo Tomás alberga también el museo que representa la vida en Diu en la antigüedad. Con la partida de los portugueses de India en 1961, la población cristiana local se redujo y la misa sólo se celebra con regularidad en la iglesia de San Pablo.

La descripción de Diu estaría incompleta sin mencionar sus playas, Jallandhar, Chakratirath, Gomtimala y Nagoa, entre otras. De éstas, la playa cerca de Nagoa en forma de herradura es una de las mejores playas de la India. Está ubicada en una bahía de aguas plácidas azules que facilitan la natación y otros deportes acuáticos disponibles. Recientemente se empezó a ofrecer un campamento donde se puede dormir en tiendas de campaña. En la playa de Nagoa, que no es muy congestionada, uno puede relajarse y descansar. Las otras playas también poseen sus atractivos característicos.

Una senda estrecha y sinuosa rodea Diu. El camino lleva a las aldeas de Vana Kabra y Bucharwada, donde se encuentra el coco que crece en abundancia. La mayoría de la población local se ocupa en la producción de sal y la pesca. Como aquí se consiguen muchas variedades exóticas de pescado, Diu ha resultado ser un destino ideal por los mariscos.

Muchos de sus habitantes se ocupan también en tejer y teñir telas. Las artesanías locales de alto valor estético incluyen marfil, caparazón de tortuga, textiles y cuernos de animales.

Diu es también un pequeño paraíso para los observadores de aves. Se pueden ver bandadas de gorriones azules de las rocas, loras, koels, pichones, cuervos y gorriones comunes. La atracción principal es la presencia de una variedad de aves migratorias de agosto a febrero. Esto incluye cigüeñas, patos, gaviotas violeta, jacanas, cornetes azules de los arrecifes y el martín pescador.

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