INSTITUTO DE INDOLOGÍA

OM, LA SÍLABA MÍSTICA DEL HINDUISMO

Enrique Gallud Jardiel

 

         

Om es la sílaba mísitca que simboliza al Brahman, el Absoluto.

La representación gráfica consiste en un pictograma especial, formado con la letra ‘û’ del alfabeto sánscrito, con una media luna y un punto en su parte superior, lo que equivale a una nasalización del sonido. Sin embargo, aunque lo escrito representa el sonido de ‘ûm’, el equivalente fonético que de verdad se le adjudica es el del diptongo ‘aum’, incorrectamente pronunciado ‘om’. 

Aum es el monosílabo sagrado, nombre místico de la divinidad, que se considera la sílaba que precedió al universo y de la que están hechos los dioses. Es la vibración cósmica que mantiene unidos el cielo y la tierra. Es el principal de todos los mantra («oración»). Representa a la totalidad del universo y sus partes, incluyendo el pasado, el presente y el futuro. Es el sonido primigenio, la vibración primordial, de la que surgen todas las manifestaciones.

Se ha relacionado cada una de las letras componentes con la representación simbólica de los dioses de la trimûrti o trinidad hindú: Vishnu, Shiva y Brahmâ. Unidos los tres forman un pictograma sobre el que se halla un punto sobre una luna creciente y que simboliza el Brahman impersonal, el Señor Supremo que reside en los tres dioses. La letra ‘a’ significa el inicio; ‘u’, el progreso; y ‘m’, la disolución. La ‘a’ es el nombre del dios Vishnu; la ‘u’, del dios Shiva; y la ‘m’, del dios Brahmâ. Además, sus tres letras representan los tres períodos de tiempo, los tres estados de conciencia: ‘a’ es el estado de vigilia; ‘u’, el estado de ensueño; y ‘m’ el estado de sueño profundo

A nivel internacional este pictograma simboliza al hinduismo y, en ocasiones, la unión de todos los credos bajo un mismo concepto de la divinidad.

A esta sílaba se la considera la esencia de los Veda y la clave para la liberación o unión con el Brahman («el Absoluto»).

Este sonido primigenio recibe también los nombres de akshara («imperecedero»), paramashabda («palabra suprema») y pranava («origen del hálito vital»).

El origen de este símbolo se pierde en el tiempo, pero se ha venido usando en la India desde antiguo para invocaciones, afirmaciones, bendiciones y consentimientos. Se pronuncia al principio y al final de todas las oraciones hindúes. Las invocaciones a los dioses deben empezar con esta sílaba, así como los libros sagrados. Los hindúes lo usan al inicio de sus cartas o escritos, como diseño en pendientes o colgantes y en todos los lugares sagrados. A los recién nacidos se les escribe con miel en la boca.

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